El desarrollo que hemos experimentado en el último siglo es más que evidente, pero a medida que evolucionamos social y tecnológicamente, de forma paralela también lo hacen las enfermedades y patologías “creadas” por el ser humano. Enfermedades relacionadas con el tabaquismo, la dieta, el sedentarismo… están a la orden del día y vemos como cada vez son más y más comunes, pero si nos fijamos hay otros problemas aún más usuales que nos afectan en nuestro día a día y lo peor es que la mayoría ni si quiera está al tanto del mal que ellos mismos se están provocando. Las malas posturas junto con la escasa actividad física es una combinación que provoca muchos problemas a nivel musculoesquelético. Por ejemplo, derivado del uso del teléfono móvil y otros dispositivos electrónicos a los cuales dedicamos varias horas al día se origina el Text neck o dicho coloquialmente, el dolor cervical provocado por el mantenimiento de una postura incorrecta del cuello y cabeza.
Unos números seguro nos hacen verlo mejor. La cabeza tiene un peso medio de aproximadamente 5 kg en condiciones normales, es decir, siempre y cuando la alineación de las cervicales sea correcta. A medida que vamos inclinando la cabeza hacia delante, para mirar el móvil por ejemplo, el peso de nuestra cabeza empieza a multiplicarse, llegando a someter a nuestras cervicales al mismo esfuerzo que harían si nuestra cabeza pesara 27 kg, lo que son 5 veces el peso real! Imagina que tu peso corporal se multiplica por 5, ¿cuánto esfuerzo deberías hacer para hacer cualquier movimiento o actividad?, ¿cómo estarían tus huesos y articulaciones al soportar tanto peso?, ¿y tus músculos al intentar tirar de esos brazos o piernas?
Como dato estadístico curioso indicar que al día se mandan 42000 millones de mensajes a través de la plataforma de mensajes instantáneos más extendida, y cada uno de nosotros consulta la aplicación una media de 23 veces por día. Analizando estos y otros datos nos podemos hacer a la idea del tiempo que invertimos en hacer uso de este tipo de aparatos, tiempo durante el cual la mayoría maltrata sus cervicales. Pero… ¿qué problemas os puede acarrear esta postura? En primer lugar, la postura se mantiene a través de la musculatura cervical la cual hace un esfuerzo en consonancia al peso que tenga que soportar o mover, es decir, hasta un trabajo 5 veces mayor del que deberían realizar en circunstancias normales. Esto acaba provocando tensión muscular, retracción y dolor, lo que nos limitará el movimiento y en muchos casos las actividades cotidianas. Por otro lado las vértebras y discos intervertebrales sufren de igual modo esa sobrecarga pudiendo provocar lesiones tales como protusiones y hernias, las cuales pueden inducir síntomas más severos en un futuro. Más a largo plazo puede suceder problemas como la excesiva curva de la zona alta de la espalda (hipercifosis), rectificación de la lordosis cervical o incluso problemas a nivel de hombro como atrapamiento subacromial.
Como siempre en estos casos la mejor solución es la prevención, cuanto más cuidemos nuestro cuello y todas las partes que lo componen en mejor estado se conservarán y menos dolores producirán con el paso de los años. La vigilancia sobre las posturas que adquirimos a lo largo del día es de vital importancia y debemos concienciarnos sobre ello buscando siempre la forma en la que podamos realizar la tarea en cuestión sin crearle un perjuicio a nuestro cuerpo. Colocar el móvil a la altura de los ojos apoyando los codos sobre alguna superficie que nos permita mantener una postura relajada cuando estemos sentados o evitar usar el teléfono durante mucho tiempo mientras estamos en pie son algunas recomendaciones a tener en cuenta. Por otro lado si ya tenemos síntomas de que nuestras cervicales están afectadas lo mejor es acudir a un profesional de la fisioterapia para que en el menor tiempo posible actúe sobre el problema y así minimizar los daños que se puedan producir ocasionados por las posturas. Como no podía ser de otra forma la corrección e higiene postural debe ser una constante también en este caso, ya que los síntomas siempre pueden ir a más.
En resumen, todos hacemos uso de las tecnologías a diario, nos hacen más fácil nuestro trabajo, comunicación y resto de tareas diarias, pero no podemos permitir que este uso, en muchas ocasiones excesivo, condene nuestra salud y bienestar. Así que la próxima vez que vayas a sacar el móvil para escribir mientras caminas por la calle piensa en los 27kg que van a soportar tus cervicales. ¡No las maltrates!
